Israel ya concentró tropas a lo largo de la frontera con la Franja de Gaza y llamó a 9.000 soldados de la reserva, ante un agravamiento de hostilidades con los movimientos islamistas palestinos Hamas y Yihad Islámica, iniciadas hace cinco días luego de un ola de violencia en lugares sagrados islámicos y judíos de Jerusalén.
Hamas, que gobierna en Gaza, y Yihad Islámica lanzaron más de 1.800 cohetes contra territorio israelí desde el lunes pasado, e Israel respondió con cientos de ataques aéreos que provocaron el colapso de tres grandes edificios de departamentos y con bombardeos de tanques estacionados en la frontera con Gaza.
El Ministerio de Salud de Gaza elevó hoy a 119 la cifra de palestinos muertos desde el lunes por los bombardeos israelíes, entre ellos 31 chicos y 19 mujeres, y a 830 la de heridos, informó la agencia de noticias palestina Ma’an.
Siete israelíes murieron hasta ahora por los cohetes, entre ellos un niño de seis años y un soldado.
Hamas y Yihad Islámica confirmaron ya 20 muertos entre sus filas, aunque Israel dice que el número real es mucho mayor.
Las hostilidades son las más graves desde una gran ofensiva israelí contra Hamas en Gaza en 2014. Israel llevó a cabo otras dos ofensivas desde que el movimiento islamista tomó el control de esa región con costa al mar Mediterráneo donde viven 2 millones de personas.
En el norte de la franja costera, un hombre, su mujer embarazada y sus cuatro hijos, el mayor de ellos de siete años, murieron anoche luego de que bombas lanzadas por un avión israelí destruyeran sus casa de cuatro pisos, dijeron residentes.
Cuatro bombas alcanzaron el edificio de Ciudad de Gaza a las 11 de la noche, justo cuando se iba a dormir, dijo Fadi Tanani, hermano del dueño de la casa.
«Fue una masacre. Mis sentimientos son indescriptibles», dijo Sadallah Tanani, otro pariente, a Ma’an.
Un vocero militar israelí, teniente coronel Jonathan Conricus, dijo que tanques estacionados en la frontera con Gaza lanzaron hoy más de 50 rondas de proyectiles contra Ciudad de Gaza.
El vocero dijo que los ataques formaban parte de una operación que incluyó bombardeos aéreos y cuyo objetivo era destruir una red de túneles que es usada por milicianos palestinos para no ser vistos y evadir ataques aéreos.
«Como siempre, la meta es atacar blancos militares y minimizar los daños colaterales y las víctimas civiles», dijo Conricus.
«A diferencia de nuestros muy elaborados esfuerzos para despejar la zonas de civiles antes de que ataquemos departamentos o grandes edificios dentro de Gaza, está vez no fue posible», agregó.
Palestinos que viven en las afueras de Ciudad de Gaza, cerca de la frontera norte con Israel, huyeron hoy de los bombardeos con artillería.
Familias enteras llegaron a escuelas administradas por la ONU en camionetas, sobre burros o a pie, sosteniendo almohadas, sartenes, frazadas y pan, informó Ma’an.