El exarquero argentino, ídolo de Boca Juniors y figura emblemática del fútbol sudamericano, estaba internado desde hacía casi dos meses en el Hospital Pirovano de Buenos Aires, tras sufrir una fractura de cadera por una caída en la vía pública. Su estado de salud se complicó debido a una infección intrahospitalaria que derivó en neumonía, insuficiencia renal y cardíaca. Finalmente, su familia decidió retirarle el respirador mecánico al considerarse irreversible su condición .
Gatti fue un revolucionario del arco, conocido por su estilo audaz y su personalidad carismática. Jugó en River Plate, Gimnasia y Esgrima La Plata, Unión de Santa Fe y, principalmente, en Boca Juniors, donde conquistó seis títulos, incluyendo dos Copas Libertadores (1977 y 1978) y una Copa Intercontinental (1978). Además, ostenta el récord de más partidos jugados en la historia de la liga argentina, con 765 encuentros .
Su legado trasciende los títulos: fue pionero en jugar adelantado, cortando ataques fuera del área, y dejó una huella imborrable en el fútbol argentino.
Descanse en paz, Loco.
