El presidente de Barcelona, Joan Laporta, explicó hoy que la continuidad de Lionel Messi implicaba «hipotecar el club por medio siglo» debido al fair play financiero impuesto por LaLiga de España, con lo que justificó la decisión de terminar las negociaciones para la renovación del contrato ya que la institución «está por encima de todos todos, incluso del mejor jugador del mundo».
El dirigente catalán reconoció que Messi «se quería quedar» pero se resignó a su partida con la convicción de que «es lo mejor para el club» ante una situación económica condicionada por la «herencia nefasta» de su antecesor, Josep María Bartomeu.
Laporta aseguró que la comunicación sobre la salida del astro argentino «no es un chantaje a LaLiga» sino una decisión tomada por la conclusión que la ingeniería para adecuar su contrato «no da para más».
«No quiero generar falsas esperanzas. Esta negociación ha concluido y los acuerdos no se han podido materializar por el límite salarial que tiene LaLiga», explicó el presidente en una conferencia de prensa en la sede del club.