«El mayor cambio viene por parte de un nuevo paradigma: el trabajo híbrido. Unas personas continuarán trabajando desde sus casas y otras volverán a su lugar de trabajo, así como también estarán los que prefieran una mezcla de ambas», afirmó Santiago Peña Fiorda, Business Development Manager de Nómada Workspaces.
Las oficinas deberán adaptarse a los requisitos de salubridad y cuidado, pero también tendrán que posicionarse como parte de una oferta laboral atractiva, y colaborar para incentivar el factor de pertenencia de las personas a la organización, a una misión en común.
Además, requerirán de una mejor tecnología y amenities para responder a las nuevas demandas impuestas por la pandemia.
El Grupo Nómada lanzó en este contexto la unidad de negocios Nómada Workplaces, una propuesta orientada a potenciar la experiencia del usuario final, pensada especialmente para acompañar la transformación que requieren las oficinas en la post pandemia.
Peña Fiorda dijo que «lo vivido durante la pandemia nos trajo enseñanzas y cambios. El ámbito corporativo lo sufrió de manera cercana. Nos encontramos con un panorama desafiante, pero entendemos que las oficinas no murieron sino que se sofisticaron y transformaron».
«Para que esto funcione la cultura de la empresa y el espacio de trabajo necesita ser inclusiva y auténtica, brindar seguridad, confort y equilibrio entre la vida laboral y personal y estar preparada para esta nueva forma de trabajo de manera orgánica y sin fricción», agregó.
Mencionó como ejemplo una de las soluciones prácticas que pueden ayudar a sortear los desafíos del nuevo contexto, que es la reconversión de la clásica tipología de sala de reuniones rectangular con una pantalla contra una pared por una propuesta más integradora, con salas de reunión circulares, con cámaras en el centro donde todas las personas, incluso las remotas, puedan mirar a todos los invitados.
De acuerdo con los resultados de una encuesta realizada por Newmark Argentina, el 44% de los CEOs considera que dos días en la oficina y tres remoto sería el ideal para la modalidad flexible; mientras que el 31% prefiere el esquema tres en la oficina, dos desde el hogar.
Newmark observó que «los espacios de trabajo cumplen con una función que el trabajo remoto no puede reemplazar; las instancias de reuniones de equipo, socialización y la capacidad de concentración, son factores que no han encontrado una réplica satisfactoria en el año y medio de pandemia que llevamos».
Por su parte, Mariana Stange, directora de Mariana Stange Real Estate, destacó que el deseo de retorno a la oficina está directamente ligado a la calidad del entorno: «los colaboradores satisfechos con su lugar de trabajo esperan que sus empleadores construyan lugares de trabajo auténticos, inclusivos, verdes y habilitados para la tecnología».
«El trabajo híbrido sigue siendo muy importante para ellos con una gran parte optando por esta modalidad, con una frecuencia de tres días en la oficina y dos de forma remota», concluyó.