Devastada por la Covid-19, India batió nuevamente sus máximos al reportar en las últimas 24 horas 379.257 infecciones y 3.645 muertes, lo que elevó los totales a 18.376.524 y 204.832, respectivamente, según el último balance divulgado por el Ministerio de Salud.
El país, que había capeado con éxito la primera ola de la pandemia y reducido los nuevos casos de infección a menos de 10.000 hacia fines de enero pasado, se convirtió en el epicentro mundial del coronavirus durante las últimas semanas.
Solamente en abril, el país tuvo más de seis millones de nuevos casos de Covid-19 y se convirtió en el segundo país del mundo con más contagios, por detrás de Estados Unidos, a la vez que es el cuarto con más fallecidos por el virus.
La explosión del número de casos, atribuida a una variante local del virus y a las masivas manifestaciones políticas y religiosas de las últimas semanas, desbordaron a los hospitales, que carecen de camas, medicamentos y oxígeno.
Esta situación hizo saltar las alarmas a nivel internacional y más de 40 países se ofrecieron para ayudar al país y hacer frente a la presión en su sistema sanitario, en medio de las críticas al primer ministro, Narendra Modi, por el manejo de la pandemia.
En tanto, en Europa, varios países europeos informaron hoy que detectaron casos de coronavirus de la variante india, que se considera más contagiosa, mientras que la oficina regional de la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que esta cepa se expande en el continente.
«La OMS agregó a las variantes de interés la B.1.617, detectada en la India, y vemos su expansión ahora. Es muy importante entender que cualquier país puede experimentar una situación como la que atraviesa la India», declaró el jefe de la oficina regional europea de la OMS, Hans Kluge, durante una conferencia de prensa.
«El relajamiento de las medidas de protección individual, las reuniones multitudinarias, un gran número de variantes y una tasa de vacunación muy baja podrían generar una tormenta perfecta en cualquier país», agregó.
Las advertencias de Kluge coincidieron con informes de Alemania, Italia, Francia y Rumania sobre contagios locales en los que se identifica esa mutación, informó la agencia de noticias AFP.
Del otro lado del Atlántico, Brasil, el segundo país más enlutado del planeta por la Covid-19, se acercaba hoy los 400.000 decesos oficiales por la enfermedad, sin vislumbrar el final de la crisis sanitaria por la lentitud de la vacunación y los cuestionamientos a la gestión del presidente Jair Bolsonoro, que está siendo investigada por una comisión parlamentaria.
Si bien el Ministerio de Salud no ha publicado aún el balance de la jornada, la barrera de los 400.000 ya fue en realidad superada y poco después del mediodía totalizaba 400.021, según el cómputo de un consorcio formado por los diarios Folha S.Paulo, O Estado de S,Paulo, O Globo, Extra y los portales G1 y UOL, con base en números de las secretarías de Salud de los estados.
Con 212 millones de habitantes, Brasil reporta la tasa de mortalidad más alta de las Américas y del Hemisferio Sur, de 189 fallecidos por cada 100.000 personas, superando a Reino Unido, con 188.
El número de muertes aumentó exponencialmente desde inicios del año: en cinco meses se pasó de 100.000 a 200.000 fallecidos (el 7 de enero); pero solo hizo falta 77 días para llegar a los 300.000 (el 24 de marzo) y 37 días para alcanzar los 400.000.
Detrás de este salto exponencial, los expertos responsabilizan a la cepa detectada en la urbe amazónica de Manaos, más contagiosa y bajo sospecha de ser más severa, que se expandió a todo el país y llevó a varios países a cerrar sus fronteras con Brasil, a la vez que se disparaban los rebrotes en la región.
De hecho, en el vecino Uruguay, esta mutación representa al 89% de los casos positivos detectados y está presente en los 19 departamentos del país, según un informe realizado por el Grupo de Trabajo Interinstitucional para el Monitoreo de Variantes de SARS-CoV-2.
Mientras, en Bolivia, el Gobierno amplió por decreto hasta el 30 de junio las restricciones de circulación fronteriza, medidas de prevención sanitaria y otras disposiciones que rigen desde principios de año para frenar un rebrote de la pandemia de coronavirus.
Autorizadas inicialmente en enero, las medidas debían regir hasta el 30 de abril, pero una nueva ampliación fue dispuesta mientras el país enfrenta un sostenido aumento de los nuevos casos positivos de Covid-19 detectados diariamente, a la vez que da los primeros pasos de una vacunación general.
La situación también sigue siendo delicada en Paraguay, donde el Ministerio de Salud advirtió hoy que si se mantiene el ritmo de decesos diarios por coronavirus, la Covid-19 pasaría a ser la primera causa de muerte en el país, por encima de las enfermedades circulatorias, habitualmente al tope de las razones de fallecimientos.
Mientras América Latina sufre segunda y terceras olas del brote, en Estados Unidos la situación ha mejorado drásticamente en los últimos meses, gracias a una agresiva campaña de vacunación y la implementación de políticas de distanciamiento social con la llegada al Gobierno de Joe Biden.
Ante esta mejoría, el alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, anunció hoy que planea reabrir los negocios cerrados por la pandemia a partir del 1 de julio, incluyendo a los famosos teatros de Broadway.
También en Francia, el presidente Emmanuel Macron develó un plan de flexibilización progresiva de las restricciones contra el coronavirus a partir de mayo, que prevé la reapertura de las terrazas de restaurantes y cafés, los comercios y los lugares culturales, incluyendo museos y cines.
Incineración de cadáveres en India