«La violencia sobre las mujeres es una llaga abierta en todo el mundo», denunció el pontífice durante la Audiencia General que encabezó este miércoles en el Aula Pablo VI del Vaticano.
La denuncia del Papa se dio mientras recordaba su reciente viaje apostólico por Budapest y Eslovaquia, en donde homenajeó a la beata Anna Kolesárová, asesinada por un soldado soviético al resistirse a una violación en 1944.
«Fuerte y profético es el testimonio de la beata Anna Kolesárová, joven eslovaca que a costa de su vida defendió la propia virginidad contra la violencia: un testimonio más actual que nunca, lamentablemente», lamentó Jorge Bergoglio.
Durante su encuentro con los fieles, el Papa también calificó como «dictadura y persecución» la época en la que Eslovaquia, entonces como parte de la República Checa, estuvo bajo la ocupación soviética.