El presidente ruso, Vladimir Putin, deberá aislarse tras el descubrimiento de varios casos de coronavirus en su entorno, a pesar de que dio negativo en un test y que se encuentra «en perfecto estado de salud», informaron fuentes oficiales.
En una videoconferencia con directivos de su partido Rusia Unida y de su gobierno, en vísperas de las elecciones legislativas, Putin, de 68 años, confirmó que uno de sus colaboradores, pese a estar vacunado, había enfermado de Covid-19.
«Había vuelto a ser vacunado, pero posiblemente demasiado tarde. Tres días después de ser vacunado, enfermó. La víspera, yo había comunicado con él de forma muy cercana», prosiguió Putin
«Espero que todo ocurra como debe ocurrir, y que la Sputnik V demuestre realmente su alto nivel de protección contra el covid-19», dijo Putin, también vacunado, y que asegura tener un nivel «elevado» de anticuerpos.
«A raíz de casos identificados de coronavirus en su entorno, Vladimir Putin debe respetar un régimen de autoaislamiento durante un cierto periodo de tiempo», precisó la presidencia en un comunicado.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, subrayó que el mandatario «está en perfecto estado de salud» y que seguirá trabajando a distancia, aunque sin revelar su resultado, según informó el portal ruso de noticias Sputnik.
«En realidad, el confinamiento no afecta directamente el trabajo del presidente, simplemente no habrá reuniones personales durante un tiempo, pero esto no afecta la intensidad, el presidente continuará con sus actividades en modo de videoconferencia», explicó Peskov.
Este anuncio se produce cuando Putin volvió recientemente a participar en acontecimientos en público.
Hasta hace algunas semanas, la gran mayoría de sus compromisos se hacían por video, y las escasas personas que podían reunirse con el mandatario debían someterse a un periodo de aislamiento.
Sin embargo, el vocero recordó que Putin se reunió con el presidente sirio, Bashar al Assad, quien visitó Moscú en visita no anunciada ayer en la mañana, antes de que los médicos terminaran las investigaciones necesarias para tomar una decisión, y aseguró que «la salud de nadie está en peligro».
Putin también se encontró con los atletas rusos que volvían de los Juegos Paralímpicos de Tokio.
Desde el inicio de la pandemia, las autoridades rusas desplegaron un drástico dispositivo para evitar que el mandatario estuviera en contacto con el virus.
Según la prensa local, las personas que tenían que acercarse a él -responsables políticos, personal de servicio- debían pasar 14 días de cuarentena en hoteles y someterse regularmente a pruebas de diagnóstico.
También se instaló un espacio de rociado de desinfección para los visitantes autorizados a verlo.
Rusia está entre los países más impactados por la pandemia del coronavirus, en lo referente a víctimas mortales y en quinta posición en cuanto a número de contagiados.
A pesar de la alta disponibilidad de vacunas, las autoridades sanitarias no consiguen controlar las infecciones debido a la reticencia de los rusos a inmunizarse.
Sin embargo, el número de contagios remitió tras haberse disparado en agosto, pero hoy todavía se notificaron 17.837 nuevos casos y 781 nuevos decesos, informó el centro operativo nacional para la lucha contra el coronavirus.
Las autoridades no logran convencer a una población escéptica ante las vacunas, y encuestas independientes muestran que una mayoría de rusos no quiere ponerse la inyección.
Solo 39,9 millones de los 146 millones de rusos están completamente vacunados, de acuerdo con la web Gogov, que recoge datos oficiales de las regiones.
Rusia tiene varias vacunas propias disponibles (Sputnik V, EpiVacCorona, CoviVac y la monodosis Sputnik Light) para su población.
Moscú, epicentro de la pandemia en el país, y otras regiones introdujeron medidas de vacunación obligatoria para acelerar la inmunización y Putin llamó repetidamente a sus ciudadanos a inmunizarse.
El objetivo del Kremlin era tener protegido a un 60% de la población en septiembre, pero no alcanzó su propósito a pesar de haber empezado la vacunación a principios de diciembre.
El número acumulado, 7.176.085 contagios, supone un incremento del 0,25% con respecto al día anterior cuando se contabilizaron 18.178 casos.
Rusia contabiliza un total de 194.249 muertes debido a la enfermedad.