En este sentido, el funcionario señaló que desde su cartera vienen «trabajando específicamente con La Matanza hace más de 20 días», enfocados en «la utilización de los recursos humanos» y «analizando punto por punto para ver la mejor forma de estar presente».
Así lo expresó en declaraciones a la prensa formuladas en la puerta del Ministerio de Seguridad, en las que además consignó que ayer dispuso el envío de «500 efectivos más» a ese distrito del conurbano bonaerense.
«Es un momento muy triste y muy doloroso. Nosotros venimos trabajando con La Matanza específicamente hace más de 20 días. Un trabajo lo más prolijo posible en cuanto a la utilización de los recursos humanos, buscando objetivos y analizando punto por punto para ver la mejor forma de poder estar presentes», aseveró Aníbal Fernández.
En este marco, y con el foco puesto en el crimen de Roberto Sabo, el ministro indicó que se trata de «una vida truncada por nada» y remarcó que, frente a ese tipo de hechos, «las estadísticas no son nada».
«Es un ser humano, duele, es tristísimo», expresó Fernández, quien expresó su deseo de reunirse con la familia de la víctima.
El kiosquero de 45 años fue asesinado el domingo a balazos cuando una pareja de delincuentes armados intentó robarle en su comercio de la localidad bonaerense de Ramos Mejía y luego sustrajo un vehículo y una moto para intentar escapar aunque finalmente quedaron detenidos, informaron fuentes policiales y judiciales.
Ayer familiares, amigos y vecinos de Roberto Sabo, el quiosquero asesinado, se manifestaron frente a la comisaría de Ramos Mejía en reclamo de justicia y mayor seguridad.
A su vez, señaló que el municipio de La Matanza «tiene un millón y medio de habitantes y pretender estar uno en cada cuadra es impensable», por lo que se está tratando de encontrar «la mejor manera de optimizar los recursos».
Sobre la represión en Ramos Mejía desatada cuando los vecinos reclamaban más seguridad tras el crimen de Sabo, Fernández dijo: «Nunca voy a estar del lado de la represión».
En este marco, apuntó contra la gestión de la exministra de Seguridad de la gestión macrista, Patricia Bullrich, y señaló que, «en las que le tocó actuar, tenemos dos muertos, (Santiago) Maldonado y Rafael Nahuel, que no lo pueden explicar y fueron provocados por ellos, no provocados por la inseguridad».
«En 2018 y 2019 hubo más liberación de presos que en el 2020 y en el 2021», dijo el ministro y se quejó porque «que los detenidos son puestos en libertad es un verso instalado y que muchos repiten como loritos».