La Virgen de Luján ya tiene su trono en el Vaticano

Un mosaico de Nuestra Señora de Luján fue inaugurado en la zona del Bastión del Maestro, en el corazón de los Jardines, donde también hay otras vírgenes latinoamericanas. El embajador argentino se refirió a este momento como «un feliz acontecimiento».

Un mosaico de la Virgen de Luján, con mucho celeste, blanco y dorado, fue entronizado este martes en el Vaticano, en un ambiente de gran alegría entre los presentes.

Con la participación del número dos del Vaticano, el cardenal Pietro Parolín y un centenar de argentinos, entre los cuales los cardenales Leonardo Sandri, y Victor Fernandez, además del embajador ante la Santa Sede, Luis Pablo Beltramino y otras autoridades.

El mosaico fue montado en el “Bastione di Maestro”, al abierto, en una de las torres de la muralla de la Ciudad-Estado del Vaticano, en donde se encuentran varios mosaicos con advocaciones marianas de América Latina.

El papa Francisco tuvo el deseo de que un mosaico de la Virgen de Luján no faltara allí, realizado por una artista y benefactores argentinos.

La artista plástica de Buenos Aires, Florencia Delucchi, confió a Valores Religiosos: “Tuve un par de meses para realizar el mosaico, para ello use dos técnicas, la de Trencardís para el fondo y para el rostro y el manto con la técnica de cerámica modelada, y es difícil que en el primer intento la obra quede bien, porque algo puede fallar; en cambio salió todo muy bien”, dijo con satisfacción. “La Virgen me iluminó para que todo el proceso creativo salga adelante”, concluyó.

Por su parte  el embajador Beltramino sin esconder su emoción le comentó a Valores Religiosos: “Es una gran alegría tener a Nuestra Señora de Luján en este rincón de mosaicos en donde están tantas invocaciones a la Virgen en América Latina.  “Era como una deuda el hecho que no estuviera aquí la Virgen de Luján”, dijo, y añadió que “el Papa Francisco estaba al tanto de todo y tuvo la posibilidad de ver en febrero  -poco antes de ser hospitalizado- una imagen impresa de la obra concluida y estaba muy entusiasmado”.

El cardenal Secretario de Estado, Parolín por su parte agradeció “en nombre de su santidad León XIV a todas las personas que han colaborado con esta obra”. Comentando el azul del fondo señaló que “nos recuerda la vida eterna a la cual estamos llamados”, señaló que esta imagen indica “la vivencia de la fe en lo cotidiano” porque “nuestra relación con Dios abarca todas las dimensiones de nuestra vida, no es algo aislado, sino que está íntimamente unida a nuestras relaciones personales familiares, laborales y sociales”.

“También brota de nuestros corazones el anhelo profundo de pedirle a nuestra Madre, la añorada paz entre los pueblos”, dijo. Y concluyó pidiendo “por el pueblo argentino, que nuestra Señora de Luján lo proteja y ampare siempre con su manto maternal”.

Hernán Sergio Mora
Ciudad del Vaticano. Especial

Fuente: VR

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